Por Mesade2

22 junio, 2015

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LA VACA Y LA HUERTA. CARNE Y VERDURAS DE CALIDAD

Cómo nos gusta ir a un restaurante y encontrar un tomate como los de antes, que sepa a tomate. Una lechuga que sepa a lechuga, de la huerta, o una carne que con sólo olerla pienses que huele a campo. Pues esto mismo sucede en La Vaca y la Huerta, un restaurante ubicado en la calle Recoletos, 13, en pleno barrio de Salamanca, donde los olores y los sabores intensos de sus productos te trasladan a la sierra, a la cocina que antes hacían nuestras abuelas en los pueblos. Y es que sus socios Fernando de la Roza y Ángel Marugán se han propuesto eso, a acercar los productos tradicionales del campo a sus clientes para que disfruten como auténticos niños. Una gran vaca sonriente pintada en la pared con rotulador nos da la bienvenida al local, es moderna y con estilo, como el restaurante. Es un espacio amplio con un diseño muy acogedor en tonos blancos y de madera clara donde no podía faltar un pequeño huerto con varios tipos de lechugas de esas de las que hablábamos antes, de las que saben a campo. Cuenta con una barra, donde poder tomar la primera ronda, con un expositor de carne, donde podemos apreciar lomos de rubia gallega. Y es que la propuesta de este restaurante se basa en una carta sencilla, con productos 100% naturales y de alta calidad, y muy directa: o Vaca (lomo de rubia gallega, albóndigas, hamburguesas, mollejas, carrillera…) o Huerta (alcachofas, espárragos, guisantes, tomates, puerros…). El precio medio por persona ronda entre los 25 – 35 euros y además ofrecen a diario un menú de 14 euros que hace las delicias de los clientes y transeúntes de la zona. Fuimos un grupo de amigos y en la barra Fernando nos ofreció unas cervezas artesanas para abrir boca, de las que tanto él como Ángel son parte de su creación. Hablamos de La Loca Juana, unas cervezas que nos contó están elaboradas en el Castillo de Íscar, en Valladolid. Hay diferentes tipos pero nosotros catamos la Loca Rubia y la Hermosa Pelirroja…muy ricas ambas y muy divertidas por sus nombres. Nos dieron la primicia de que van a lanzar al mercado nuevas propuestas debido a su buena acogida. Luego ya pasamos al comedor y empezó el festín con sabor y olor a campo. Arrancamos con un aperitivo de la Huerta con Croquetas de setas, deliciosas y potentes de sabor, y un tomate ibérico de pura raza, de Málaga, de esos de los que halábamos antes. El siguiente plato fueron las Alcachofas en flor a la plancha con AOVE. Muy ricas, recomendables y blanditas en su corazón. Habitualmente, y especialmente en temporada, las traen de Tudela, acierto seguro.

Ensalada de burratina y pamplinas con tomate seco y aceite de trufa

Ensalada de burratina y pamplinas con tomate seco y aceite de trufa

Seguimos con el que fue para nosotros el plato estrella de la Huerta, Ensalada de burratina y pamplinas con tomate seco y aceite de trufa. Las pamplinas también, e incluso más conocidas como corujas, crecen en los bordes de los ríos. Tienen ese sabor inconfundible a campo y unidas al sabor de la burratina, el tomate y el aceite de trufa hacen que sea un plato de 11. Con mucho olor, sabor y texturas diferente. Hacía tiempo que no probábamos algo tan rico y sorprendente. Seguimos con los Huevos de corral ecológicos sobre patatas confitadas y trufa negra, correctos sin más, pero es que después de la Ensalada de burratina era muy difícil superar el nivel de ese plato. Pasamos a la Vaca, a la carne, y comenzamos con unas Mollejas de ternera salteadas al brandy. Muy ricas, con una salsa espectacular apta para hacer barquitos y no parar. Un plato muy recomendable también.

Carrillera al aroma de trufa con parmentier de pa

Carrillera al aroma de trufa con parmentier de pa

Seguimos con unas Carrillera al aroma de trufa con parmentier de patata. Muy bien guisado, como hacían las abuelas y hacen las madres. La carne muy sabrosa y con esa textura de la carrillera que la hace inconfundible. También muy recomendable.

Carpaccio rústico con costra de hierbas y dijón

Carpaccio rústico con costra de hierbas y dijón

Como podéis comprobar aquí los carnívoros hacen sus delicias asique les vamos a dar más envidia porque quedaban aún otros dos grandes platos como son el Carpaccio rústico con costra de hierbas y dijón, que lo cortan a mano y por eso el grosos de las lonchas es más grueso que el que estamos acostumbrado, pero muy rico y el Lomo alto de vaca rubia gallega madurado que nos lo sirvieron ya en trocitos y con el hueso para que seamos conscientes de la pieza que nos estamos comiendo. Carne de pura raza con un intenso sabor y aroma.

Lomo alto de vaca rubia gallega madurado

Lomo alto de vaca rubia gallega madurado

Lo sirven con un acompañamiento de patatas fritas caseras y pimientos verdes asados. Os recomendamos que hagáis hueco para los postres, todos caseros, porque son de pecar también. Hablamos de las Peras al vino con helado de vainilla. Riquísimas, blanditas y que te dejan un regustillo dulzón muy agradable, ideal para bajar la comida y aligerar la digestión.

Peras al vino y Flan de queso

Peras al vino y Flan de queso

Y luego la espectacular Tarta de queso, con más pinta de flan de queso.  Sin palabras, densa como nos gusta y con un sabor delicioso. La Vaca y la Huerta es un sitio para disfrutar con la comida, para recordar esos olores olvidados, en definitiva, un lugar donde poder comer esos alimentos de los de antes. Un lugar al que podríamos decir que es obligada su visita.

 

Por sus baños le conoceréis….Si estáis “al fondo” o en el reservado para llegar al baño hay que atravesar un pasillo donde puedes ver unas carpetas con ilustraciones de productos de la huerta. Al bajar la escalera dejando a la izquierda el pequeño huerto en el segundo tramo te fijas en unas grandes cuerdas como guiño a la labranza. Cuando llegas a las puertas otro detalle más que te sorprende es que los distintivos de sexo son dos tablas de cocina con una “S” o “C”. Una vez dentro del baño correspondiente prima el color negro en las paredes y el blanco en el suelo. Llama la atención una pila blanca sobre una encimera marrón oscura. El baño tiene un toque cálido y se nota que han puesto cuidado a la hora de crear este espacio lo que nos encanta. Muchos detalles que muestran la modernidad en cada rincón y un gran jarrón con algunas flores dan el toque final y más que correcto a este espacio.

 

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