JOSELITO. EL PORQUÉ DEL MEJOR JAMON DEL MUNDO

LOS CERDOS DE JOSELITO VIVEN EN UNA FINCA DE LUJO DONDE CAMPAN A SUS ANCHAS. SÓLO TIENEN QUE PREOCUPARSE DE RETOZAR EN EL BARRO

Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de ver in situ el porqué de los mejores jamones y productos ibéricos del mundo. Estuvimos 36 horas en la Finca Coto del Rey, Badajoz, donde Joselito nos mostró la evidencia y nos dio la respuesta de porqué sus jamones son los más preciados del mundo. Si no lo ves, no lo crees.

En esa visita nos acompañó José, sexta generación de esta familia ligada en todas sus ramas del árbol genealógico al jamón. Allí pudimos ver cómo viven y disfrutan los cerdos de Joselito durante dos años en un resort de lujo en la dehesa extremeña, en plena libertad donde corren a un ritmo increíble de 13-14 kilómetros diarios, comen y disfrutan de más de 1000 hectáreas de hierba que les sirve de alimento natural fuera de la montanera.

Finca Coto del Rey, Badajoz

En época de montanera nos cuentan que se da una ingesta media por animal de 15 kilogramos de bellotas de las encinas centenarias de la finca, muy lejos del acinamiento de otras explotaciones o empresas dedicadas al mismo sector que nada tiene que ver con lo que hemos podido descubrir.

Para mantener el abastecimiento natural de los cerdos en Joselito se trabaja en viveros dentro de la propia finca lo que le permite replantar, dentro de la extensión de la finca, al año más de 70.000 árboles.

¿Pero por qué el jamón ibérico de Joselito es el mejor del mundo?

Las respuestas son múltiples y sólo hay que ver a los animales en su habitat natural pero os vamos a dar algunos datos:

– 150 años de tradición y compromiso con el medio ambiente en una eterna y concienzuda búsqueda de la elaboración de sus productos 100% naturales ha hecho que sea la primera empresa del sector agroalimentario en obtener el sello de calidad PEFC.

– Joselito no es solo la marca más antigua del sector además es, gracias a su comercialización en más de 50 países de sus productos, el perfecto embajador del jamón de bellota en una continua búsqueda por mejorar.

– Joselito fueron los pioneros en crear un laboratorio uniendo fuerzas con los grandes chefs con más prestigio del mundo para buscar un punto de innovación que sería impensable sin esta propuesta de la propia marca.

– La unión e integración responsable del cerdo, la dehesa, la bellota, la hierba y el entorno desde hace 17 años ha proporcionado una extensa y productiva información, que no se conocía, ha hecho del Jamón Joselito en cada añada aún mejor.

Nosotros pudimos realizar, en su restaurante Velázquez en Madrid, una cata vertical de sus añadas 2012, 2013 y 2014, experiencia novedosa que no habíamos degustado y se puede degustar la increíble diferencia de cada jamón dependiendo del ano motivado por una climatología diferente, la cantidad de bellota y hierba de cada temporada.

Cerdos en plena libertad

Os invitamos a que os paséis por Joselito Velazquez y probéis sus productos más allá del jamón ibérico, como una presa ibérica que parece de todo menos cerdo. Parón y reflexión para probar la locura hecha panceta. Olvidaros de prejuicios de grasa y tocinos. La grasa del buen jamón es aún más sana que la propia parte más cárnica del producto.

– Gracias al proyecto Nariz Inteligente, se ha descubierto y comprendido la importancia de la hierba dentro de la alimentación del cerdo por lo que se han dedicado recursos y tiempo en mejorar la dehesa y se ha alcanzado un conocimiento más intenso de cómo influye el clima y la flora en cada añada de Jamón Joselito analizando su calidad y diferencias.

Por tanto, solo os podemos decir que después de conocer, ver y entender el porqué el Jamón Joselito es el mejor del mundo debemos, y así os invitamos, probar y experimentar en cada bocado todos los matices de la dehesa, la bellota y el esfuerzo e ilusión de una marca y una familia con seis generaciones trabajando para ello. 150 años en búsqueda continua para traer a sus clientes un mejor jamón, un sueño hecho bocado que todo amante de la buena gastronomía debería probar de vez en cuando.

Gracias José. Gracias Joselito.