Por Maria Hernando

23 octubre, 2015

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RESTAURANTE EL CALDERO. DESDE MURCIA A MADRID CON AMOR

Aún recuerdo con cariño el verano que pasé en La Manga del mar Menor y los arrocitos calderos murcianos que me comí. Y es que Murcia es una región maravillosa: con sus playas, su sol, su gastronomía…fueron sólo unos días estivales, quizás diez…a lo sumo quince, pero su recuerdo permanece aún en mis papilas gustativas. Un recuerdo que reapareció de nuevo cuando entré en el restaurante El Caldero de la calle Huertas y vi los calderos humeantes con arrocito; un arroz que olía a costa murciana, a alegría, a buenos momentos… El Caldero es una apuesta segura para comidas o cenas de trabajo, de hecho el día que fuimos estaba lleno de hombres y mujeres de negocios, ya que está ubicado en el céntrico barrio de Las Letras de Madrid. Según nos comentaron, llevan sirviendo durante más de 40 años platos tradicionales murcianos, especialmente arroces y pescados de temporada que traen del puerto de Cabo De Palos, y de toda la zona de la Manga. Damos fe de ello porque el día que comimos había una lubina, fresca y hermosa, que quitaba el sentido.

Ensalada murciana

Ensalada murciana

En El Caldero se respira un trato muy familiar y agradable. Sus grandes ventanales que dan a la calle Huertas dan mucha luminosidad y amplitud al salón principal. En la planta baja tienen un salón privado, casi sin cobertura, para reuniones especiales, con una decoración muy agradable. Nada más sentarnos nos trajeron de aperitivo unas grandes Aceitunas partías, de esas que te llenan la boca, un Surtido de embutidos murcianos con Sobrasada y morcón de chato murciano, el chato es una  raza autóctona española de cerdo de pelaje negro propia de la región de Murcia, y Cuatro huevas en salazón con almendras fritas… este último plato quitaba el sentido, recomendable al 100%. Para maridar los aperitivos, y ya seguimos con él la comida entera, nos sorprendieron con el primer vino creado y embotellado por El Caldero, Antonio Valero 100% Monastrell en exclusiva con el apoyo de Bodegas Casa Castillo, de la D.O. Jumilla. Curiosidad: en la etiqueta aparecen las dos iniciales de Antonio Valero, en honor al fundador y alma mater del restaurante. Luego arrancamos con los primeros donde probamos una riquísima Ensalada Murciana, que para los que no la hayáis probado lleva tomate, cebolleta, huevos, atún y aceitunas negras. Una ensalada donde los tomates olían y sabían a tomates y la cebolleta sabía potente, todo un lujo. Otro lujo fueron las Gambas Rojas a la plancha que nos pusieron, imprescindibles si vais a El Caldero; el Zarangollo murciano que consiste en un revuelto de calabacín, cebolla y patata, y estaba también para chuparse los dedos, y el Pulpo asado al estilo murciano que para nosotros, que ya nos conocéis y somos muy “pulperos” no lo meteríamos en nuestros top.

Gambas rojas

Gambas rojas

Seguimos nuestro maravilloso viaje por la costa murciana con esa pedazo de lubina que habían traído y era la recomendación del día. Nos prepararon unos Lomitos de lubina al horno con crema de ajos tiernos. El pescado estaba tan bueno que incluso decidimos apartar la crema que llevaba por encima para degustar la lubina al natural: jugosa, tan suave que se deshacía y con un sabor a mar que quitaba el sentido.  Por último, y para ayudar a la regresión a mi adolescencia, nos trajeron un par de muestras de sus arroces estrellas: el Arroz Caldero y el Arroz con Verduras y Chato Murciano.

Arroz Caldero y Arroz con verduras y chato

Arroz Caldero y Arroz con verduras y chato

Está claro que el arroz caldero lo clavan y si quieres volver a Murcia sólo tienes que pasarte por El Caldero. El de verduras con chato estaba muy sabroso, nunca había probado el chato y se lo recomiendo a los amantes de los sabores potentes. Y para finalizar el viaje no podía faltar de postre los Paparajotes, un postre típico de la huerta  murciana hechos con hojas de limonero recubiertas con una masa de harina y huevo que se fríen. Nunca los había probado y me resultó muy curioso este postre. Pero aviso, la hoja del limonero que contiene el interior no se debe comer ya que suele ser indigesta, es sólo decorativa para darle sabor. Comprobado y dicho, si queréis daros una vuelta por Murcia y rememorar sabores que evocan buenos momentos sólo tenéis que reservar una mesa en El Caldero y listo. Buen provecho!

Si quieres conocer el baño de El Caldero, pincha aquí.

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