Por Maria Hernando
9 diciembre, 2014
0 ComentariosEL INCA. SABOR Y OLOR DE PERÚ EN EL CENTRO DE MADRID
Nada más sentarte te animan a probar su pisco sour, lo que hace presagiar lo auténtico del restaurante peruano El Inca, en pleno barrio madrileño de Chueca. Se trata del peruano más antiguo de la capital (1973), a cargo de la chef Magalli Ferrari (Perú) y uno de los que mejor refleja la exótica y tradicional cocina de este país andino, tal y como nos recomendó nuestra amiga Nuria, periodista apasionada de América Latina que ha vivido y trabajado en Perú y Costa Rica. En esta ocasión Nuria se encargó de reservar no una @mesadedos (@Mesadedos) sino mesa para cinco, tocaba cena de amigas. Como curiosidad deciros que la carta incluye una amplia variedad de bebidas típicas de Perú, lo que es interesante si se quiere fusionar verdaderamente con esta cultura, de hecho nuestra guía gastronómica en esta ocasión nos recomendó la cerveza Cusqueña (su nombre procede de Cusco, ciudad al sureste del Perú.
Patrimonio de la Humanidad) Queríamos probarlo todo así que de entrantes y primeros pedimos el Tiradito tradicional con salsa de ají amarillo, que es como un carpaccio de atún rojo con una salsa realizada con uno de los ingredientes más importantes de la cocina peruana como es el ají, que es como un pequeño pimiento que le da un toque picante al plato pero sin enmascarar su sabor principal; el Ceviche Tradicional, que para mi gusto llevaba los trozos de pescado muy grandes; Piqueo, que como su propio nombre indica es un plato con diversos apartados para picar y mezclar entre sí y que lleva anticucho (carne de corazón de vaca), tamal (de maíz con pollo), chicharrón (carne de cerdo) y yuca (parecido a las patatas fritas), y la Causa Limeña, plato imprescindible que hay que pedir porque esta buenísimo. Se trata de un pastel frío de papa (como la patata española pero más amarilla y sabrosa) rellena de atún, aunque también la puedes pedir de pollo o marisco. Si quieres probar muchas cosas como hicimos nosotras tienes la opción de pedir medios platos de los entrantes.
De segundo nos decantamos por Arroz Chaufa con verduras, que sirve de acompañante, Lomo saltado que nos recomendó el camarero y que son tiras de lomo de ternera encebolladas con tomate, y Ají de Gallina que es pollo desmenuzado con salsa ají amarillo, nueces y queso parmesano. Los colores y olores de los platos te conquistan rápidamente así que no os paséis con los platos pero no dejéis de probar la Causa Limeña y el Ají de Gallina, fueron los mejores. El precio por persona oscila entre los 25-30 euros y si vas con oferta (en esta ocasión a través del tenedor) el precio se rebaja a unos 20 euros .
En los postres nos decantamos por los Alfajores peruanos, Tarta de queso y maracuyá y el imprescindible y espectacular Suspiro a la Limeña, de los mejores postres que he probado con dulce de leche, tenéis que pedirlo sin duda. De hecho, hubo una anécdota porque se confundieron y nos trajeron otro postre, la también típica Pie de Limón en vez del Suspiro que rápidamente nos cambiaron… sólo digo que menos mal porque no me lo hubiera perdonado.
Por sus baños le conoceréis… El baño es normal, pequeñito pero bien organizado. Tiene una flor de lavanda y toallitas húmedas de limón para limpiarte las manos además de jabón. Lo único es que la puerta de entrada al servicio es bastante mejorable, yo le pondría algún indicativo de que es el W.C. También tienen un cuadro con motivos andinos aunque yo le añadiría algún que otro detalle para dar la sensación de que nos encontramos de verdad en Perú.
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