Por Iván Martín

17 agosto, 2015

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THE WAREHOUSE MADRID. SLOW FOOD EN UN ESPACIO MAGICO

Warehouse Madrid es uno de los cuatro restaurantes que podemos encontrar bajo la marca de Zorita Kitchen (Salamanca, Londres y Stavanger en Noruega). El asesor gastronómico del grupo es Víctor Gutiérrez cuyo amor por la naturaleza y la buena comida hace del slow food (cocina con producto de cercanía) su filosofía en la cocina (buscad el caracol en la carta).

Warehouse Madrid está ubicado en un palacete del S.XIX, en el corazón del barrio de Salamanca. Se trata de un lugar mágico para disfrutar de la mejor comida y del mejor ambiente de la capital. Un sitio en el que nada más entrar te ves sorprendido (y enamorado) por una espectacular terraza, muy amplia y cuidada en cada uno de sus detalles, ideal para mitigar el calor de estos meses de verano.

Detalles de terraza y bodega subterránea

Detalles de terraza y bodega subterránea

Y subrayo que es mágico porque podrás disfrutar de tus vinos favoritos en su nueva zona chill out, una zona verde que cuenta con el único “viñedo urbano” del centro de Madrid donde podrás ver una gran variedad de uvas al natural. Warehouse Madrid es perfecto para un picoteo con amigos, para tomarte unas copas de afterwork con tus compañeros o por qué no para disfrutar de una romántica cena con tu pareja entre semana. También podrás ver su bodega subterránea gracias a una parte que cuenta con suelo de cristal.

Foodtruck interior

Foodtruck interior

Y es que en cada uno de sus rincones se respira un gusto exquisito por la decoración y originalidad. Tanto dentro como fuera en la terraza hay un uso importante de madera reciclada para mesas, sillas o incluso para esconder los aparatos de aire acondicionado. Otro detalle singular es que dentro del recinto podrás ver su propio foodtruck del que salen algunos de los platos que puedes pedir en carta. Y no queremos pasar por alto la espectacular tienda gourmet que hay camino al baño. Podemos encontrar quesos, aceites y grandes conservas de la que para nosotros es la mejor de España, la Real Conservera Española.

Comenzamos la cena con Ibéricos de Bellota, un surtido delicioso de chorizo, jamón, salchichón y lomo que fue un gran arranque de velada. Nos decidimos también a probar un correcto Hummus de garbanzos de Fuentesauco.  Y luego Salmorejo, al que le faltaba algo de fuerza en el sabor y densidad, así como el Gazpacho de Cerezas que no nos acabó por convencer. Aconsejamos que si el plato que traen es negro, que aporta mucha elegancia, tengan cuidado al servirlo pues el cerco con el que llego a la mesa era poco vistoso en la presentación del plato.

Tabla de Ibéricos de Bellota

Tabla de Ibéricos de Bellota

También pedimos unas Patatas Bravas, que en carta cita que “el secreto está en la salsa”, pedimos una ración para poder probar un poco de todo. Son suaves, con un potente sabor a tomate, ideales como entrante pero escasas de picante.

Bañamos la cena con un Rueda Vega de la Reina 2014 muy refrescante, dada la noche hiper calurosa que nos hizo, bastante recomendable.  No quisimos dejar de probar sus Rústicas hechas de pan horneado con un interior para chuparse los dedos. Escogimos la “Cheese Lovers” y la Toscana de burrata y trufa. Recomendamos sin duda estas creaciones porque son muy intensas de sabor y la pasta es muy ligera y perfecta en elaboración.

Interesantes también las Tostas elaboradas con pan de hogaza. Nos decantamos por la Hortelana de parrillada de verduras y queso de cabra. Nos entusiasmó la idea de crear una tosta – parrillada de verduras, es muy original. Y el toque del queso todo un acierto.

Tosta Hortelana

Tosta Hortelana

El momento carnívoro fue protagonizado por el Solomillo de Morucha con jalapeño. Una carne correcta en punto y de sabor pero algo pesada en boca.

Para el cierre nos trajeron varios postres: Torrija al estilo Warehouse, Crumble con fruta de temporada y custard, Brownie con helado de vainilla, Helados y sorbetes. Destacamos algunos sorbetes y sobre todo la torrija. Personalmente me vinieron recuerdos de mi infancia del pan tostado en la estufa de casa de mi abuela. No es nada parecido a las múltiples variedades de torrija que ya hemos probado. Si optáis por ir a Warehouse no dudéis en probar esta torrija pero abrid vuestra mente porque ya advertimos que es diferente.

En resumen es un espacio espectacular con el que si quieres sorprender a alguien, acertarás. Lleva tan sólo un par de meses abierto desde su reapertura y es necesario que mejoren el servicio, un poco descoordinado y despistado. Pero démosle un poco más de tiempo y se convertirá en uno de los sitios de referencia en Madrid donde comer por 30 – 35 euros. Nosotros nos hemos emplazado a volver después del verano, ver los cambios y comprobar que se ha convertido en un “place to be” de la capital. Además si como nos chivan quieren abrir en 20 ciudades importantes a nivel internacional, no pueden obviar el no tener un servicio al nivel del producto que aseguramos es muy bueno.

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