Por Mesade2

10 febrero, 2015

2 Comentarios

ASKUABARRA. EL FUTURO SE ESCRIBE CON K

Hace dos meses y medio, casi a la vez que arrancó nuestro blog, abrieron los Hermanos Gadea, Nacho (sala) y Jorge (fogones) AskuaBarra, en Arlabán 7, en pleno centro de Madrid. Se habla de segunda generación porque son hijos del restaurante que les vio crecer hace ya 20 años en su Valencia natal, donde sus padres, Ricardo Gadea y Emma Sempere, hacen del producto su bandera para dar lo mejor a sus incondicionales en Restaurante Askua en Valencia.

Tras este gran ejemplo, Nacho y Jorge se decidieron a traer algo de lo que su mentor les enseñó, y no podrían haber tenido mejor acogida en Madrid con Askuabarra. Todo el mundo alaba a estos hermanos y nos recuerdan mucho a los comienzos de los exitosos chicos de Arzabal, a los que tuvimos oportunidad de conocer casi con el mismo recorrido que los Gadea hoy.

Detalle de cuadros del local

Detalle de cuadros del local

Al entrar en Askuabarra nos recibe Nacho, con gran sonrisa y amabilidad, que nos da elegir entre un par de mesas disponibles. El local de tamaño medio, apenas tiene una mesa alta vacía con dos taburetes para poner el “lleno” en puerta. De hecho, nos fijamos que no dejan de entrar personas en busca de mesa que no tienen la suerte de poder probar este nuevo local. Consejo: en fin de semana aseguraros y hacer reserva. Nos comenta Nacho que todavía están aterrizando un poco y el local sigue en continua evolución. Nos señala una serie de cuadros que han colocado esa misma mañana como muestra de que cada día dan una pincelada nueva al local. Entre diario no dan menú pero nos cuentan que están con la mente puesta en crear un espacio alternativo en barra para la que habría una carta más específica que se completaría con la actual.

La carta es variada, nosotros optamos por probar lo máximo posible pues son muchas las recomendaciones que nos han llegado como para limitarnos a un par de platos así que optamos por cenar de “tapas”. Dejamos para las próximas visitas, que por supuesto las habrá, para probar sus carnes suministradas por Cárnicas Luismi, proveedor de los principales templos gastronómicos, no de Madrid sino de toda España. También se nos quedaron en el tintero los callos (Nacho nos los debe) o el rabo de toro.

Es un detalle novedoso o que no solemos ver en todas las cartas que nos informen de quienes son los que les sirve el producto. La lista de proveedores, que nos muestran, se completa con Alberto Ferreres (cocochas), Raúl Castañeda (quesos y lomo ibérico) y Rafa Sánchez (anchoas).

Después de escoger un Belondrade Quinta Apolonia, vino pucelano afrutado 100% verdejo, comenzamos con la Ensaladilla rusa versión Askua. Muy suave y con gran sabor que consiguen gracias a que cuecen la patata a la vez que algunas de las verduras. Viene el plato con una galleta de aceite, cerveza y harina muy conseguida que es el perfecto compañero de viaje para acompañar la ensaladilla. Recomendable por supuesto y un perfecto comienzo. Continuamos con sus aclamadas Patatas Bravas. Vienen a la mesa presentadas en un plato-bol, cortadas en trocitos bastantes pequeños y bien mezcladas con una salsa de pimentón, guindilla y ajoaceite. En el fondo del plato aparece según vas comiendo las patatas una salsa que invita al “barquito” y ahí cuando pecas con el pan es cuando sientes el toque picante, no tanto en la patata. Informar que gran mayoría de sus platos acepta la opción de elegir la media ración, “barco” al que nos subimos para probar más cosas aún.

Croqueta de rabo de toro, pollo y curry.

Croqueta de rabo de toro, pollo y curry.

Ahora le tocaba el turno a las croquetas de rabo de toro, pollo y curry (2€ unidad). Croquetón espectacular. La mezcla de ingredientes hace que su sabor sea contundente pero suave en boca. Juega con el curry hasta tal punto que notas su aporte pero sin esconder el sabor del resto de los ingredientes. Y cuando estás degustándola el toque crujiente del rebozado rompe con la textura del resto de ingredientes haciendo de este un bocado excelente y siempre recomendable. Plato estrella de Askuabarra.

Pulpo, puré de patata y pimentón

Pulpo, puré de patata y pimentón

Siempre que vamos a un restaurante con pretensiones, dado nuestro historial con el producto, probamos el pulpo si lo hay, sea cual sea su preparación. En este caso nos atrevimos con el Pulpo, puré de patata y pimentón. En primer lugar, dada la exigencia que tenemos en concreto con este alimento, se nos quedó un poco flojo. Digamos que le faltaba “Rock & Roll”. El puré muy fino tenía poco sabor del pimentón y lo que más nos sorprendió fue el punto del pulpo, a nuestro gusto demasiado blando lo que hace que cuando te lo pones en boca no rompa la textura o punto del pulpo con la suavidad del puré. Insistimos, es cuestión de gustos y somos muy exigentes con el pulpo.

Y para terminar con la degustación en Askuabarra nos decidimos a probar su tan afamado Steak Tartare. Un plato más que correcto quizás con un pequeño matiz a añadir: el grado de picante, se nos quedó un poco escaso para notar ese punto que buscamos en un steak tartare. Una recomendación es que pregunten a los comensales el grado de picante que les gusta y así aciertan de pleno.

Para cerrar con buen sabor de boca nos decidimos por dos postres. Bajo recomendación de Nacho, la Torrija Caramelizada con helado que tenía una base suave y deliciosa, muy recomendable. Quizás menos crujiente el caramelo de lo que esperábamos aunque sabemos que tomaron buena nota. También probamos el Chocolate caliente, con coca de llanda y helado de café, perfecto para los amantes del chocolate. Y por pura envidia de la mesa de al lado probamos un par de Trufas con aceite y sal, muy originales y también recomendables por un euro la unidad.

Torrija caramelizada con helado

Torrija caramelizada con helado

Haciendo resumen, Askuabarra es un restaurante en ebullición al que volveremos para probar sus cocochas y  su carne, repetiremos con algunos platos ya conocidos y donde seguro que Nacho y Jorge estarán para recibirnos con una gran sonrisa. Nuestra cuenta con 3 postres y vino, 74€ / 2 personas.

Por sus baños le conoceréis……”al fondo a la derecha” se suele decir, pero no, en este caso una vez que pasas el territorio donde Jorge Gadea trabaja junto a su ayudante, a la izquierda encontramos el baño con 2 puertas blancas impolutas con el distintivo serio y formal que diferencia cada baño. Chicos jóvenes, modernos y creativos…. por favor, como sabemos que estáis aun acabando de decorar y ultimar toques del local, dar un toque de colorido a los baños, algún cuadro dentro, distintivos de sexos no tan formales, esperamos más originalidad de vosotros. Ejemplo de originalidad es usar una caja de madera de un maravilloso champagne KRUG para poner las tollas de papel dentro que junto a un pequeño ambientador flanquean una pileta blanca sobre una encimera de granito gris. Del baño sólo podemos decir que blanco, limpio y más blanco. En nuestra próxima visita nos fijaremos si hay algún cambio.

 

Si te ha gustado, compártelo

Restaurantes