Por Mesade2
24 octubre, 2016
0 ComentariosCASA ELENA. TRADICIÓN MANCHEGA RENOVADA
Casa Elena merece la pena y mucho. Hoy os hablamos de un restaurante enclavado en una típica casa de campo toledana en Cabañas de la Sagra con una gastronomía excelente y un trato aún mejor. Alguno pensará: “uff Toledo, ¡qué pereza!”, pero señores resulta que este restaurante está a 35 minutos de Madrid y realmente te compensará moverte hasta este lugar tan especial que cuenta con un par de terrazas ideales para esta temporada. Casa Elena es el primer restaurante ecológico y sostenible de la provincia de Toledo que ofrece a través de su chef Alberto Avilés de la Cruz una cocina tradicional con productos de proximidad o Km 0 donde se mezclan sabores y texturas tradicionales con un toque moderno y vanguardista.
El equipo de Casa Elena está dirigido por César Martín, gerente y el que orgullosamente nos enseña los diferentes ambientes que podemos encontrar en este espacio: el pajar, la casa, el salón, la cocinilla, las terrazas, la bodega y la tienda, donde poder comprar algunos productos que podremos degustar en carta. Casa Elena está ubicado en una antigua casa con pajar del siglo pasado (1930) que ha sido restaurada profundamente manteniendo su arquitectura original.
Y es que Casa Elena es un lugar ideal para una escapada de fin de semana, para una cena romántica por la noche, para disfrutar de los amigos e incluso para una celebración familiar ya que se ubica en un entorno auténtico y acogedor. Su comedor, una antigua caballeriza, se muestra imponente a los clientes, debido a sus altos techos, y aún mantiene originales sus vigas de maderas y sus paredes blancas para soportar estoicamente el calor de La Mancha. Y es que como su propio nombre indica Casa Elena era un hogar donde se ha intentado preservar la distribución de la casa adaptando los espacios a los clientes y manteniendo suelos, muebles, maderas y objetos originales con toques de decoración contemporánea que la hacen muy agradable, el bar y su pequeñito salón adyacente es una gran muestra de esta fusión. Otro toque de esa tradición renovada que promueve Casa Elena es la nueva vajilla con las que nos sorprenderán de la toledana fábrica de Fragildecó con la que nuevamente hacen un guiño a sus raíces.
Cuenta con dos terrazas muy agradables que son parte del encanto del restaurante. Una, a la entrada que da la bienvenida a los comensales donde se puede tomar una copa de bienvenida o unas copas después de comer y cenar, y otra interior donde poder picar y disfrutar de una gran velada en un entorno muy especial. En esta terraza además cultivan varias plantas y especial que luego utilizan en los platos que vayamos a degustar.
La gastronomía de Casa Elena se basa en la tradición y el amor al producto de la zona. Una cocina bajo la filosofía slow food en la que se protegen las tradiciones regionales gastronómicas, sus productos, sus métodos de cultivo y la forma de trabajo de los productores locales. Y es que cuenta con un chef de excepción como es Alberto Avilés, que ha pasado por las cocinas del Hotel Ritz de Madrid, ha trabajado en La Romané, el salón de bodas propiedad de Mario Sandoval. También estuvo en el restaurante Coque (dos estrellas Michelín) y en el restaurante Orgaz de Madrid, antes de llegar a Casa Elena con la idea clara de crear una cocina tradicional renovada.
Su carta es amplia y cuidada con productos de primera y sabores que te quedarán en tu memoria gastronómica para el recuerdo. Llegados a este punto tenemos que recomendaros la increíble degustación de croquetas cremosas al estilo Casa Elena con Croquetas de cocido, chorizo o carrilleras que son de otro mundo. Mención especial también para los Buñuelos de Cabrales con membrillo y de morcilla con compota de manzana, no sabríamos con cuál quedarnos asique os recomendamos que pidáis un par de cada uno. Entre los platos marinos, muy rico -y eso que estamos en La Mancha- el Pulpo a la brasa sobre vinagreta de mango y mouselina de vino tinto y la Caballa escabechada en cítricos con espárrago blanco y caviar de lima. De entre las carnes, elijáis lo que elijáis acertaréis pero el Rabo de toro deshuesado sobre confitura de tomate y foie a la plancha es impresionante, aunque también os podemos sugerir Mollejas de lechal glaseadas con boletus y polvo de aceituna negra o las Codornices escabechadas en mandarina y jengibre, couscous y perlas de alcachofa.
De entre los postres, señalamos la magnífica Tarta de queso, el Lingote de chocolate o el Bizcocho de naranja. Tres dulces que te dejarán sin palabras.
Fuera de carta también disponen de Cocido y Arroces que los preparan bajo previa petición. Auténticas exquisiteces que se elaboran para la ocasión con recetas y trucos que han pasado de generación en generación.
El precio medio por persona es de 45 euros pero destacar que hay un menú degustación con seis aperitivos, dos entrantes, dos segundos y dos postres, con un precio de 40 euros, y con maridaje por 15 euros más. Un menú que resume perfectamente el espíritu y la filosofía de la tradición renovada de Casa Elena, un sitio al que volver y quedarse para siempre.
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