Por Maria Hernando
30 enero, 2017
0 ComentariosGIOIA. UNA JOYA ITALIANA EN CHUECA
Gioia es probar la pura cocina italiana. Sabores que te trasladan a la mismísima Italia y platos con el gusto y el mimo que sólo un chef italiano y muy familiar puede darles
Creatividad y tradición se dan cita, en forma de pasta, en el barrio de Chueca. Nos referimos a Gioia, un restaurante de autor donde te sorprenderán con sabores de antaño con toques muy creativos. El local, muy acogedor, decorado con recuerdos y artilugios familiares le aporta mucha calidez y personalidad, tanta como la que tiene el artífice de Gioia Davide Bonato, un chef de pura sangre italiana y genes piamonteses que hará que te emociones desde que entras hasta que sales del restaurante.
Y es que en Gioia podrás conocer la verdadera cocina regional italiana, y en este caso de la zona del Piamonte. Nada más entrar a Gioia ya huele a harina, a quesos y a trufa, olores que te hacen presagiar la sugerente carta con la que nos vamos a encontrar de difícil elección. Dicen que en la sencillez está el gusto. Por eso no es de extrañar que sorprendan sus risottos que saben a mar y a monte, y cuyo ingrediente principal, el arroz, brilla en la cocina de este restaurante. Davide proviene de Trino, de Piamonte, de donde brotan algunos de los considerados mejores arroces del mundo, como el carnaroli. Por eso, el chef es un experto conocedor de esta materia prima y de su tratamiento y la sirve con sepia y lámina de oro, con boletus, gambas y hierbabuena o con judías pintas, longaniza y “salam d’la duja” (salami tradicional de la zona).
Pero nosotros antes de pasar a los platos fuertes comenzamos con un Vitello tonnato que son finas láminas de ternera recubiertas de una ligera salsa a base de mahonesa casera atún, anchoas y alcaparras, la salsa es de diez y un Il Tonno que es Atún rojo en costra de sésamo con ensalada Daikon, zanahorias y calabacines, y que aunque nosotros lo pedimos como entrante puede ser un segundo muy recomendable.
Seguro que tus papilas gustativas ya han empezado a salivar pero deberán aguantar a este plato estrella, especialidad de la casa, obligado de pedir que es L’huovo mórbido, que traducido al español sería como el huevo suave. Se trata de un huevo escalfado en costra de arroz negro venere; con guarnición de puré de patatas con trufa, chips de jamón ibérico salteado y puerros. Simplemente espectacular. Otro de los platos de la casa que probamos fueron los Tagliolini al tartufo que son unos tallarines caseros hechos a mano con trufa servida en la mesa, yema de huevo y queso Cacio Nerone. Nos contaron que la carta de Goia se suele renovar cada tres meses pero que los platos más aclamados por sus clientes como estos dos no se tocan.
Y como broche final para esta experiencia gastronómica que te hace trasladarte a Italia, tenemos los dulces. Nosotros sólo probamos la deliciosa Panacotta casera con perlas de mango y jengibre que está muy rica aunque nos dijeron que el Tiramisú casero está riquísimo, pero nosotros ya no llegamos. Cuentan también con una amplia carta de vinos en la que apuestan claramente por los italianos y especialmente por los del Piamonte, Sicilia, Veneto, Campania, Puglia, Toscana, Cerdeña o Lombardía. Sin duda, hemos encontrado la joya de la corona gastronómica italiana en Madrid y repetiremos.
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