Por Mesade2

12 abril, 2016

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LA CASITA DE EL PRADAL. EL HOGAR DEL MEJOR PRODUCTO

Los que os mováis por la zona de Arturo Soria tenéis una parada obligatoria si queréis disfrutar de una buena experiencia gastronómica. Hemos descubierto La Casita de El Pradal, el nuevo proyecto del grupo “El Pradal”, pero con personalidad propia, donde destacan una carta basada en la calidad del producto y unos platos creativos de la mano de su joven chef Eduardo Troya. Y para los amantes del vino también encontraremos una fantástica selección de caldos, tanto nacionales como internacionales, que ratifican que estás en un sitio muy especial donde la sumiller Carmen González, con amplio historial internacional en hostelería con estrellas, te recomendará el vino ideal para cada ocasión.

El Chef Eduardo Troya

El Chef Eduardo Troya

Eduardo Troya es un joven cocinero de 30 años que a pesar de su corta edad ha trabajado ya en Lima London (Perú), Zalacaín, para el grupo Intercontinental, Refettorio (Londres), cadena Langham (Asia), pasando por formarse en Maido (Lima). Salió de España con 22 años después de formarse en la Escuela de Hostelería de Tres Cantos con un jefe de estudios como Juan Pozuelo. Actualmente participa en la liga de cocina Euroanchoas ACYRE en la que le deseamos toda la suerte del mundo.

La Casita de El Pradal cuenta con algo que le diferencia de cualquier restaurante madrileño, hablamos de su parrilla que es la única que ha fabricado para un restaurante en Madrid Juantxo Garmendia, clásico fabricante de las parrillas que los asadores vascos tienen en su entrada. De hecho, el restaurante cuenta con dos parrillas, una para carne y otra para pescado, algo que parece común pero que lo normal es que sólo se tenga una parrilla, mezclando en muchas ocasiones sabores. En La Casita de El Pradal además se usa encina de nacimiento, lo que es el brote recién nacido que es más verde, lo que permite un ahumado especial para carnes y pescados, y vaya que se nota.

Su barra de pinchos y selección de vermuts es otro de los puntos más demandados a la hora de disfrutar del aperitivo, tradición de la ciudad de Madrid que este restaurante quiere conservar. Y su exclusiva terraza “Club Champagne” será uno de los puntos fuertes de Madrid en esta primavera-verano que ya llega, os lo vamos avisando.

Detalles del restaurantes

Detalles del restaurantes

Dentro de su cuidada decoración podréis ver una bicicleta antigua que es un símbolo del grupo El Pradal. Y como jefe de sala podéis contar con la profesionalidad y experiencia de Luís Martín que os asegurará una guía perfecta en vuestra experiencia gastronómica con suma corrección y amplia sonrisa en cada pase.

Nuestra aventura gastronómica comenzó con un aperitivo de la mano de un Tacacho que rezumaba las influencias de su chef a su paso por Latinoamérica, y en concreto de Perú. El plato se componía de una banana típica del Amazonas y un crujiente hecho de carne de entrecote, cilantro, guindilla y acompañado de yuca frita, salsa de miso amarillo y cebolla francesa. El toque acevichado del plato, con un punto del picante perfectamente calculado, hacía de este aperitivo un bocado intenso, refrescante y muy ilusionante para lo que restaba por venir. Plato foodie total con multitud de matices en cada bocado.

Tacacho

Tacacho

Para regar el tacaco y platos venideros pudimos beber un AurumRed White de las Tierras de Castilla, de las Pedroñeras (Cuenca), un vino muy especial de uvas Sauvignon Blanc con la particularidad de que el bodeguero trabaja el viñedo con ozono lo que aporta unos aromas y sabores muy diferentes a los vinos que provienen de esta uva.

Continuamos con una alcachofa rellena de txangurro gratinada con salsa de marisco y unas soberbias croquetas de jamón ibérico con leche fresca sin pasteurizar. Las croquetas en vuestra visita a La Casita de El Pradal deben ser de obligada cata sin duda, y la alcachofa tenía un punto de cocción perfecto y una potencia del txangurro que combinando el sabor de ambos se obtiene un resultado sobresaliente.

Croquetas de leche fresca y Alcachofa rellena de txangurro

Croquetas de leche fresca y Alcachofa rellena de txangurro

Pulpo a la brasa en su carbón

Pulpo a la brasa en su carbón

Turno para el Pulpo a la brasa en su carbón. Para empezar para los que comemos mucho pulpo, producto tan de moda en los últimos años, no es fácil encontrar en Madrid pulpo proveniente de Galicia. Dado el boom que lleva a una demanda muy por encima de la oferta se ha tenido que recurrir a pulpo de otras procedencias, que todo sea dicho es de gran calidad pero no gallego que es el mejor del mundo sin duda. En La Casita de El Pradal el pulpo es gallego y su punto de cocción es perfecto gracias a que se cuece a baja temperatura lo que le convierte en una apuesta segura. Lo presentan sobre una cama de un majado de yuca y pimentón con un puré de remolacha y un trampantojo de patata que esconde una yuca teñida de tinta de calamar. El toque crujiente que se le da en la brasa que experimentas en la boca es más que acertado y sin duda es un plato que volveríamos a pedir. La única discrepancia que hubo entre los comensales es el punto de aceite sobre el puré que le hubiera aportado más presencia a este.

Pasamos a degustar una Kokotxa de bacalao sobre una salsa bordelesa, pil pil y setas chantarelas, un plato que personalmente no me apasiona, que he descubierto no hace mucho, pero que por los comentarios de los compañeros de cena estaban muy ricas, suaves y con una textura perfecta. Un producto que tengo que decir que me está ganando poco a poco y estas no deslucieron.

LA CASITA DEL PRADAL

Y llego el que para mi fue el plato de la noche, un producto que puede perfectamente ser seña de identidad de La Casita de El Pradal, El Chuleton de Mar. Para empezar el nombre es perfecto porque cuando ves el color de este atún de la almadraba parece el mejor de los solomillos que puedes haber probado. Nos contaron que este atún se ultracongeló en 2014 después del ronqueo del mismo y que este proceso permite una conservación mucho más eficiente del producto. El atún es un pez especial y el plato que pudimos gozar justifica a aquellos que dicen que “el atún es la vaca que se fue a vivir al mar”. Este platazo viene acompañado de tres salsas que están muy buenas pero yo que soy purista con el producto supremo no me gusta mezclar demasiado cuando se tiene algo así entre manos. Sólo os invito a que si decidís venir a La Casita de El Pradal y os apasiona el atún probéis este plato. No os decepcionará en absoluto, palabra de Mesade2, y ojito a las patatas fritas que lo acompañan. Por supuesto lo maridamos con un fantástico tinto Abadía Retuerta 2011, un gran vino de Castilla León que mezcla la riqueza del Tempranillo, la intensidad del Syrah y la elegancia aromática del Cabernet Sauvignon.

Cheesecake

Cheesecake

Para acabar con un toque dulce disfrutamos de una Chessecake acompañada de una esponja de frambuesa, mermelada de tomate, culis de frambuesa y un fantástico pesto dulce. Todo un postre de primera clase como el pastelero que podemos encontrar dentro de las cocinas de La Casita de El Pradal. Imaginaros que gustazo maridar este postre con un Moscatel de la Marina de Enrique Mendoza

Para que os hagáis una idea volvimos a repetir a los diez días y conservamos las mismas sensaciones, asique no os podemos más que recomendar que visitéis La Casita de El Pradal, junto a los platos comentados y sus carnes y pescados a la parrilla.

No hay problema de aparcamiento en la zona pero para mayor comodidad ofrecen un servicio de aparcacoches. Si pensáis en visitar La Casita de El Pradal pensar en 40-50 euros/persona y en vivir una experiencia gastronómica que sin duda os hará repetir. Tienen menús para los más peques por 17 euros donde comen como Reyes.

Si quieres conocer el Baño de La Casita de El Pradal, pincha aquí.

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